Enferm Clin. 2014;24(2):99---101
www.elsevier.es/enfermeriaclinica
EDITORIAL
Nuevas tecnologías, apps y su aplicación en la práctica clínica basada en evidencias New technologies, apps and their application in evidence-based clinical practice Serafín Fernández-Salazar a,∗ y Antonio Jesús Ramos-Morcillo b a b
Hospital de Alta Resolución Sierra de Segura, Puente de Génave, Jaén, Espa˜ na Facultad de Enfermería, Universidad de Murcia, Murcia, Espa˜ na
Hoy por hoy nadie pone en duda el valor que tiene basar la práctica clínica en el mejor conocimiento científico, o lo que la Organización Mundial de la Salud cita como la traslación del conocimiento a la práctica1 . Uno de los modelos más utilizados en la implantación de evidencias, es decir en esta traslación, es el modelo Promoting Action on Research Implementation in Health Services (PARIHS). Según este modelo, para que una implantación de evidencias tenga éxito deben combinarse 3 elementos: naturaleza de las evidencias usadas, el entorno en que ocurren los cambios y la existencia de facilitadores para asegurar el cambio2 . La introducción de la práctica clínica basada en evidencias (PCBE) supone un cambio no exento de resistencias y barreras. En los últimos a˜ nos, la investigación de dichas resistencias y barreras entre las enfermeras ha identificado diferentes factores que han de tenerse en cuenta a la hora de gestionar cambios en la práctica clínica. Estos factores estarían relacionados con características de los propios profesionales, con el contexto social donde se prestan los cuidados y con la organización donde trabajan3 . Dentro de los factores relacionados con la organización, la falta de tiempo para actualizarse y buscar evidencias es uno de los elementos más se˜ nalados4---7 . Debido a esto, los
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Autor para correspondencia. Correo electrónico: [email protected] (S. Fernández-Salazar).
profesionales tienen que dedicar tiempo fuera de su jornada laboral para mantener al día sus conocimientos. Por otro lado, el desconocimiento de investigaciones, la falta de habilidades para la lectura crítica, las barreras idiomáticas5 y la existencia de actitudes negativas hacia la implantación4 también son obstáculos, relacionados con los profesionales, a tener en cuenta. Ante esta realidad, sería interesante aportar posibles soluciones y estrategias que permitieran a los profesionales y a las organizaciones disminuir las barreras y facilitar la implantación de la PCBE. En nuestra opinión, la revolución de la información que se vive hoy día puede ayudarnos a ello. Esta revolución basada en 3 pilares (los ciudadanos, el conocimiento e Internet8,9 ) está cambiando la forma en la que accedemos al conocimiento y debemos aprovecharlo. Las nuevas tecnologías, en su sentido más amplio permiten crear entornos de comunicación totalmente nuevos, que no están sujetos a un medio físico y en los que la información se sitúa en un espacio no real, además facilitan el acceso a una gran cantidad de información que hemos de gestionar correctamente de manera que sea útil y relevante en función de nuestros objetivos. En Espa˜ na, al igual que en otros países, Internet y las aplicaciones móviles (apps) son la principal vía de acceso a información médica. Un estudio reciente informa que el 90% de los médicos acceden a información médica a través de al menos 2 tipos de dispositivos y más del 42% utiliza ordenador, smartphone y tableta10 . Por otro lado, cada vez son más utilizadas por las enfermeras
na, S.L. Todos los derechos reservados. 1130-8621/$ – see front matter © 2014 Elsevier Espa˜ http://dx.doi.org/10.1016/j.enfcli.2014.02.001
100 para acceder a información científica, formación, contacto con otros profesionales, consulta, difusión de información y como herramientas para promocionar la salud11---13 . Llegados a este punto, lo que planteamos es ayudarnos de Internet, las nuevas tecnologías y las diferentes herramientas que nos ofrecen para facilitar la traslación del conocimiento a la práctica clínica. Son muchos los recursos existentes, comunidades virtuales de práctica, grupos de profesionales online que trabajan sobre problemas clínicos concretos, etc., que podrían ser de utilidad. Sin embargo, en esta ocasión, vamos a referirnos principalmente a las apps por tratarse de herramientas muy ágiles, potentes, virales y de uso muy generalizado, ya que se ejecutan en teléfonos inteligentes (smartphone) o tabletas digitales, y tienen un manejo sencillo. Hay quien piensa que, en unos a˜ nos, las apps podrían ser tan imprescindibles como un estetoscopio14 . Respecto de las apps de salud dirigidas a profesionales, estas se pueden clasificar en función del uso de las mismas: a) formación (libros, revistas científicas y búsquedas bibliográficas); b) aplicaciones para uso en consulta (calculadoras médicas y aplicaciones sobre actividades preventivas); y c) aplicaciones integrales, que surgen fruto de la combinación de diferentes utilidades (herramienta de consulta, calculadora, alertas sanitarias y formación)15 . Además, para los profesionales de la salud las apps tienen características que las hacen muy útiles. Pueden utilizarse en el lugar de atención clínica, es decir, junto al paciente; permiten consultar información en el momento en que se necesita (manuales, procedimientos, algoritmos, interacciones de medicamentos, parrillas de chequeo, metodología enfermera, etc.); se instalan y sincronizan en diferentes dispositivos (ordenador, tableta, smartphone); y pueden almacenar los contenidos consultados, lo que permite compartir el contenido con otras personas a través de las redes sociales. Siendo más concretos y sin pretender ser exhaustivos, existe un amplio número de apps que podrían utilizarse en cada una de las etapas de la PCBE. Con respecto a la primera etapa, formular una pregunta clínica, además de los recursos web «clásicos» como «Trip Database»16 , por ejemplo, encontramos apps como las que nos ofrece el sistema de búsquedas PubMed. Concretamente, la aplicación «PubMed for Handhelds»17 nos ayudaría a realizar búsquedas bibliográficas estructuradas con formato PICO desde nuestro smartphone o tableta. Con respecto a la segunda etapa, buscar la mejor evidencia, encontramos apps (además de «PubMed for Handhelds») como «Feedly» (también disponible en formato web)18 . Este recurso nos permite gestionar los contenidos de las fuentes de información que nos interesen. Así de una manera «pasiva», nos llegará la información de manera automática, sin tener que visitarlas vía web. «Twitter»19 es otra app (también disponible en formato web) que nos permite seguir a instituciones, tanto clínicas como académicas, ya que cada vez utilizan más las redes sociales para compartir sus contenidos. Por último queremos destacar «Mendeley»’’20 , que nos permite gestionar las referencias bibliográficas seleccionadas, encontrar nuevos datos gracias a sus opciones de búsqueda y crear grupos, además de almacenar y compartir documentos de investigación. Para la tercera etapa, lectura crítica, encontramos la app «Critical APPraisal»21 , que incluye parrillas de lectura crítica
S. Fernández-Salazar, A.J. Ramos-Morcillo para diferentes tipos de estudios, con la utilidad, de que, una vez finalizada la evaluación, permite enviar por correo electrónico los resultados de la misma. En cuanto a la cuarta etapa, implantación, encontramos un recurso excelente (también disponible en formato web) elaborado por la Biblioteca de Guías de Práctica Clínica del Sistema Nacional de Salud. Nos referimos a la app «GuiaSalud»22 . Esta app persigue hacer más accesibles las recomendaciones de sus guías de práctica clínica. En ella pueden consultarse y descargarse, a texto completo y de manera gratuita, todas las guías elaboradas. Por último, encontramos varías app interesantes vinculadas con la quinta etapa, evaluación. Algunas tan específicas como «iScrub»23 , dise˜ nada para la observación y valoración del cumplimiento del lavado de manos. Otras, que podrían ser más generalistas como «Google Drive»24 , que nos permitiría tener acceso a los resultados de la evaluación de cuestionarios en línea. Como vemos, existe un amplio abanico de app que, en la mayoría de los casos requieren de conexión a Internet y que permiten acceder a información, seleccionarla, almacenarla y compartirla de una manera rápida. Pero, ¿cómo podemos facilitar el uso de las app por parte de los profesionales y las organizaciones sanitarias? En todo este proceso, las organizaciones y los profesionales desempe˜ nan un papel clave, ya que el voluntarismo como único instrumento para favorecer el cambio de profesionales y organizaciones no es suficiente. Las organizaciones deben ofrecer acceso a fuentes de información basadas en evidencias, así como la orientación hacia un modelo de gestión excelente del conocimiento enfermero25 . Esto incluye el acceso a Internet en los centros, sin grandes filtros o limitaciones, y también, la integración de las mejores evidencias disponibles en la historia clínica electrónica26 y los programas de gestión de cuidados. Además, serán necesarias estrategias de formación especializada que capaciten a los profesionales sobre el uso de las apps, tanto para la práctica clínica como para la investigación, igual que sucede con la PCBE27 . Un aspecto a subrayar, respecto a la utilización de las apps, es la democratización del conocimiento. Es decir, los usuarios pueden usar, generar, producir y distribuir la información, los recursos, las guías, etc. Esto debería ser un aspecto para la reflexión de los gestores en el aprovechamiento de todo este conocimiento. Es frecuente encontrar guías de práctica clínica sobre un mismo tema desarrolladas de manera prácticamente simultánea en distintos lugares de la geografía espa˜ nola, aun conociendo que la realización de estos materiales conlleva un gran coste económico. Por parte de los profesionales, y como en cualquier cambio que quiera realizarse, se necesitará una actitud favorable que permita la integración de estas herramientas en la práctica clínica e investigación. De hecho, la motivación de los profesionales es uno de los instrumentos facilitadores para la aplicación de la PCBE6,7 . En conclusión, debemos pensar que tanto los profesionales como las organizaciones tienen un compromiso con la mejora de la calidad de los servicios que ofrecen. Tanto es así, que los propios profesionales tienen la capacidad de adaptarse al contexto local y pueden dise˜ nar apps focalizadas en una situación clínica. Un buen ejemplo de esto es la premiada app «Hipot CNV» desarrollada por un enfermero
Nuevas tecnologías, apps y su aplicación en la práctica clínica basada en evidencias pensando que alguien a quien cuidaba no le pudiera decir «me duele, quiero dormir o dame agua...»28 . Dicha app se ha desarrollado gracias al Gobierno de Canarias. Como vemos, la innovación a través del uso de las nuevas tecnologías y la implicación de profesionales y organización es recomendable para la mejora de la salud de los ciudadanos. En este caso, las apps constituyen un facilitador en el avance hacia unos cuidados «excelentes», así como hacia unos «excelentes» resultados en salud.
Bibliografía 1. Organización Mundial de la Salud (OMS) [Internet]; 2014 [citado 30 Ene 2014]. Traslación del conocimiento; [aprox. 2 pantallas]. Disponible en: http://www.who.int/ageing/ projects/knowledge translation/es/ 2. Kitson AL, Harvey G, McCormack B. Enabling the implementation of evidence-based practice: A conceptual framework. Qual Health Care. 1998;7:149---58. 3. Grol R. Personal paper. Beliefs and evidence in changing clinicalpractice. BMJ. 1997;315:418---21. 4. Sánchez-García I, López-Medina IM, Pancorbo-Hidalgo PL. Obstáculos percibidos por las enfermeras para la práctica basada en evidencias: un estudio cualitativo. Enferm Clin. 2013;23:279---83. 5. Moreno-Casbas T, Fuentelsaz-Gallego C, González-María E, Gilde Miguel A. Barreras para la utilización de la investigación. Estudio descriptivo en profesionales de enfermería de la práctica clínica y en investigadores activos. Enferm Clin. 2010;20:153---64. 6. Martínez-Riera JM. Barreras e instrumentos facilitadores de la enfermería basada en la evidencia. Enferm Clin. 2003;13:303---8. 7. Parahoo K. Barriers to, and facilitators of, research utilization among nurses in Northern Ireland. J Adv Nurs. 2000;31: 89---98. 8. Pancorbo-Hidalgo PL. ¿El conocimiento y el acceso a la información suponen una nueva revolución en la atención de salud? 10 Dic 2013 [citado 31 Ene 2014]. En: Cuidando.es [Internet]. Espa˜ na, 2010. [aprox. 1 pantalla]. Disponible en: http://www.cuidando.es/archives/1191 9. Better Values Healthcare [Internet]. Oxford, United Kingdom; 2011 [citado 30 Ene 2014]. Revolution not reorganization; [aprox. 1 pantalla]. Disponible en: http://www.bvhc.co.uk/ ourmission.html 10. Sociedad Espa˜ nola de Médicos Generales y de Familia (SEMG). nola de Médicos Generales y de FamiMadrid, Sociedad Espa˜ lia; 2013 [citado 30 Ene 2014]. Hábitos digitales del médico nol; [aprox. 1 pantalla]. Disponible en: general y de familia espa˜ http://www.semg.es/agencia-de-prensa/notas-de-prensa/851estudio-habitos-digitales.html 11. Kung YM, Oh S. Characteristics of nurses who use social media. Comput Inform Nurs. 2014;32:64---72, http://dx.doi.org/10.1097/CIN.0000000000000033. 12. Archibald MM, Clark AM. Twitter and nursing research: How diffusion of innovation theory can help uptake. J Adv Nur. 2014;70:e3---5, http://dx.doi.org/10.1111/jan.12343.
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13. Fernández-Salazar S, Ramos-Morcillo AJ. Prescripción de links y de aplicaciones móviles fiables y seguras, ¿estamos preparados para este nuevo reto? Evidentia [Internet]. 2013; 10(42) [citado 31 Ene 2014]. Disponible en: http://www.index-f.com/ evidentia/n42/ev4200.php 14. Innocent K. Tech talk: Mobile apps for nurses. Nursing 2014 Critical Care [Internet]. 2010 September [citado 31 Ene 2014];5:45-47. Disponible en: http://www.nursingcenter.com/ lnc/pdfjournal?AID=1059927&an=01244666-201009000-00010& Journal ID=&Issue ID= 15. Ávila de Tomás JF. Aplicaciones para terminales móviles en salud. FMC. 2012;19:613---20. 16. Tripdatabase [Internet] [citado 31 Ene 2014]. Disponible en: http://www.tripdatabase.com/ 17. PubMed® Online and App Resources. National Network of Libraries of Medicine [Internet]. Bethesda, Maryland 2013 [citado 31 Ene 2014]. Disponible en: http://nnlm.gov/training/ resources/pubmedalt.html 18. Feedly [Internet] [citado 31 Ene 2014]. Disponible en: http://feedly.com/ 19. Twitter [Internet] [citado 31 Ene 2014]. Disponible en: https://twitter.com/ 20. Mendeley [Internet]. London & New York [citado 31 Ene 2014]. Disponible en: http://www.mendeley.com/ 21. Critical APPraisal [Internet]. United Kingdom: Mujalled Limited; 2012. [citado 31 Ene 2014]. Disponible en: https://itunes. apple.com/us/app/critical-appraisal/id450443636?mt=8 22. APP GuiaSalud. Guía Salud, Biblioteca de Guías de Práctica Clínica del Sistema Nacional de Salud [Internet]. Zaragoza: Instituto Aragonés de Ciencias de Salud (I+CS); 2013[citado 31 Ene 2014]. Disponible en: http://www.guiasalud.es/web/ guest/App 23. iScrub [internet]. Iowa: The University of Iowa [citado 31 Ene 2014]. Disponible en: http://compepi.cs.uiowa.edu/ index.php/Research/IScrub 24. Google Drive [Internet] [citado 31 Ene 2014]. Disponible en: http://www.google.com/drive 25. De Pedro Gómez JE, Morales Asencio JM. Las orga¿favorecen o dificultan una práctica nizaciones enfermera basada en la evidencia? Index de Enfermería [Index Enferm] [Internet] 2004: 44-45 [citado 31 Ene Disponible en: http://www.index-f.com/index2014]. enfermeria/44revista/44 articulo 26-31.php 26. Shojania KG, Jennings A, Mayhew A, Ramsay CR, Eccles MP, Grimshaw J. The effects of on-screen, point of care computer reminders on processes and outcomes of care. Cochrane Database Syst Rev. 2009;3:CD001096. 27. Pericas-Beltran J, Gonzalez-Torrente S, de Pedro-Gomez J, Morales-Asencio JM, Bennasar-Veny M. Perception of Spanish primary healthcare nurses about evidence-based clinical practice: a qualitative study. Int Nurs Rev. 2014;61:90---8, http://dx.doi.org/10.1111/inr.12075. 28. Gobierno de Canarias [Internet]. Canarias; [actualizado 15 Ene 2014; citado 31 Ene 2014]. Sanidad pone en marcha una aplicación para dispositivos móviles que facilita la comunicación no verbal con los pacientes que hayan perdido la capacidad del habla; [aprox. 2 pantallas]. Disponible en: http://www.gobcan.es/noticias/index.jsp?module= 1&page=nota.htm&id=156119
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EDITORIAL
Nuevas tecnologías, apps y su aplicación en la práctica clínica basada en evidencias New technologies, apps and their application in evidence-based clinical practice Serafín Fernández-Salazar a,∗ y Antonio Jesús Ramos-Morcillo b a b
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Hoy por hoy nadie pone en duda el valor que tiene basar la práctica clínica en el mejor conocimiento científico, o lo que la Organización Mundial de la Salud cita como la traslación del conocimiento a la práctica1 . Uno de los modelos más utilizados en la implantación de evidencias, es decir en esta traslación, es el modelo Promoting Action on Research Implementation in Health Services (PARIHS). Según este modelo, para que una implantación de evidencias tenga éxito deben combinarse 3 elementos: naturaleza de las evidencias usadas, el entorno en que ocurren los cambios y la existencia de facilitadores para asegurar el cambio2 . La introducción de la práctica clínica basada en evidencias (PCBE) supone un cambio no exento de resistencias y barreras. En los últimos a˜ nos, la investigación de dichas resistencias y barreras entre las enfermeras ha identificado diferentes factores que han de tenerse en cuenta a la hora de gestionar cambios en la práctica clínica. Estos factores estarían relacionados con características de los propios profesionales, con el contexto social donde se prestan los cuidados y con la organización donde trabajan3 . Dentro de los factores relacionados con la organización, la falta de tiempo para actualizarse y buscar evidencias es uno de los elementos más se˜ nalados4---7 . Debido a esto, los
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Autor para correspondencia. Correo electrónico: [email protected] (S. Fernández-Salazar).
profesionales tienen que dedicar tiempo fuera de su jornada laboral para mantener al día sus conocimientos. Por otro lado, el desconocimiento de investigaciones, la falta de habilidades para la lectura crítica, las barreras idiomáticas5 y la existencia de actitudes negativas hacia la implantación4 también son obstáculos, relacionados con los profesionales, a tener en cuenta. Ante esta realidad, sería interesante aportar posibles soluciones y estrategias que permitieran a los profesionales y a las organizaciones disminuir las barreras y facilitar la implantación de la PCBE. En nuestra opinión, la revolución de la información que se vive hoy día puede ayudarnos a ello. Esta revolución basada en 3 pilares (los ciudadanos, el conocimiento e Internet8,9 ) está cambiando la forma en la que accedemos al conocimiento y debemos aprovecharlo. Las nuevas tecnologías, en su sentido más amplio permiten crear entornos de comunicación totalmente nuevos, que no están sujetos a un medio físico y en los que la información se sitúa en un espacio no real, además facilitan el acceso a una gran cantidad de información que hemos de gestionar correctamente de manera que sea útil y relevante en función de nuestros objetivos. En Espa˜ na, al igual que en otros países, Internet y las aplicaciones móviles (apps) son la principal vía de acceso a información médica. Un estudio reciente informa que el 90% de los médicos acceden a información médica a través de al menos 2 tipos de dispositivos y más del 42% utiliza ordenador, smartphone y tableta10 . Por otro lado, cada vez son más utilizadas por las enfermeras
na, S.L. Todos los derechos reservados. 1130-8621/$ – see front matter © 2014 Elsevier Espa˜ http://dx.doi.org/10.1016/j.enfcli.2014.02.001
100 para acceder a información científica, formación, contacto con otros profesionales, consulta, difusión de información y como herramientas para promocionar la salud11---13 . Llegados a este punto, lo que planteamos es ayudarnos de Internet, las nuevas tecnologías y las diferentes herramientas que nos ofrecen para facilitar la traslación del conocimiento a la práctica clínica. Son muchos los recursos existentes, comunidades virtuales de práctica, grupos de profesionales online que trabajan sobre problemas clínicos concretos, etc., que podrían ser de utilidad. Sin embargo, en esta ocasión, vamos a referirnos principalmente a las apps por tratarse de herramientas muy ágiles, potentes, virales y de uso muy generalizado, ya que se ejecutan en teléfonos inteligentes (smartphone) o tabletas digitales, y tienen un manejo sencillo. Hay quien piensa que, en unos a˜ nos, las apps podrían ser tan imprescindibles como un estetoscopio14 . Respecto de las apps de salud dirigidas a profesionales, estas se pueden clasificar en función del uso de las mismas: a) formación (libros, revistas científicas y búsquedas bibliográficas); b) aplicaciones para uso en consulta (calculadoras médicas y aplicaciones sobre actividades preventivas); y c) aplicaciones integrales, que surgen fruto de la combinación de diferentes utilidades (herramienta de consulta, calculadora, alertas sanitarias y formación)15 . Además, para los profesionales de la salud las apps tienen características que las hacen muy útiles. Pueden utilizarse en el lugar de atención clínica, es decir, junto al paciente; permiten consultar información en el momento en que se necesita (manuales, procedimientos, algoritmos, interacciones de medicamentos, parrillas de chequeo, metodología enfermera, etc.); se instalan y sincronizan en diferentes dispositivos (ordenador, tableta, smartphone); y pueden almacenar los contenidos consultados, lo que permite compartir el contenido con otras personas a través de las redes sociales. Siendo más concretos y sin pretender ser exhaustivos, existe un amplio número de apps que podrían utilizarse en cada una de las etapas de la PCBE. Con respecto a la primera etapa, formular una pregunta clínica, además de los recursos web «clásicos» como «Trip Database»16 , por ejemplo, encontramos apps como las que nos ofrece el sistema de búsquedas PubMed. Concretamente, la aplicación «PubMed for Handhelds»17 nos ayudaría a realizar búsquedas bibliográficas estructuradas con formato PICO desde nuestro smartphone o tableta. Con respecto a la segunda etapa, buscar la mejor evidencia, encontramos apps (además de «PubMed for Handhelds») como «Feedly» (también disponible en formato web)18 . Este recurso nos permite gestionar los contenidos de las fuentes de información que nos interesen. Así de una manera «pasiva», nos llegará la información de manera automática, sin tener que visitarlas vía web. «Twitter»19 es otra app (también disponible en formato web) que nos permite seguir a instituciones, tanto clínicas como académicas, ya que cada vez utilizan más las redes sociales para compartir sus contenidos. Por último queremos destacar «Mendeley»’’20 , que nos permite gestionar las referencias bibliográficas seleccionadas, encontrar nuevos datos gracias a sus opciones de búsqueda y crear grupos, además de almacenar y compartir documentos de investigación. Para la tercera etapa, lectura crítica, encontramos la app «Critical APPraisal»21 , que incluye parrillas de lectura crítica
S. Fernández-Salazar, A.J. Ramos-Morcillo para diferentes tipos de estudios, con la utilidad, de que, una vez finalizada la evaluación, permite enviar por correo electrónico los resultados de la misma. En cuanto a la cuarta etapa, implantación, encontramos un recurso excelente (también disponible en formato web) elaborado por la Biblioteca de Guías de Práctica Clínica del Sistema Nacional de Salud. Nos referimos a la app «GuiaSalud»22 . Esta app persigue hacer más accesibles las recomendaciones de sus guías de práctica clínica. En ella pueden consultarse y descargarse, a texto completo y de manera gratuita, todas las guías elaboradas. Por último, encontramos varías app interesantes vinculadas con la quinta etapa, evaluación. Algunas tan específicas como «iScrub»23 , dise˜ nada para la observación y valoración del cumplimiento del lavado de manos. Otras, que podrían ser más generalistas como «Google Drive»24 , que nos permitiría tener acceso a los resultados de la evaluación de cuestionarios en línea. Como vemos, existe un amplio abanico de app que, en la mayoría de los casos requieren de conexión a Internet y que permiten acceder a información, seleccionarla, almacenarla y compartirla de una manera rápida. Pero, ¿cómo podemos facilitar el uso de las app por parte de los profesionales y las organizaciones sanitarias? En todo este proceso, las organizaciones y los profesionales desempe˜ nan un papel clave, ya que el voluntarismo como único instrumento para favorecer el cambio de profesionales y organizaciones no es suficiente. Las organizaciones deben ofrecer acceso a fuentes de información basadas en evidencias, así como la orientación hacia un modelo de gestión excelente del conocimiento enfermero25 . Esto incluye el acceso a Internet en los centros, sin grandes filtros o limitaciones, y también, la integración de las mejores evidencias disponibles en la historia clínica electrónica26 y los programas de gestión de cuidados. Además, serán necesarias estrategias de formación especializada que capaciten a los profesionales sobre el uso de las apps, tanto para la práctica clínica como para la investigación, igual que sucede con la PCBE27 . Un aspecto a subrayar, respecto a la utilización de las apps, es la democratización del conocimiento. Es decir, los usuarios pueden usar, generar, producir y distribuir la información, los recursos, las guías, etc. Esto debería ser un aspecto para la reflexión de los gestores en el aprovechamiento de todo este conocimiento. Es frecuente encontrar guías de práctica clínica sobre un mismo tema desarrolladas de manera prácticamente simultánea en distintos lugares de la geografía espa˜ nola, aun conociendo que la realización de estos materiales conlleva un gran coste económico. Por parte de los profesionales, y como en cualquier cambio que quiera realizarse, se necesitará una actitud favorable que permita la integración de estas herramientas en la práctica clínica e investigación. De hecho, la motivación de los profesionales es uno de los instrumentos facilitadores para la aplicación de la PCBE6,7 . En conclusión, debemos pensar que tanto los profesionales como las organizaciones tienen un compromiso con la mejora de la calidad de los servicios que ofrecen. Tanto es así, que los propios profesionales tienen la capacidad de adaptarse al contexto local y pueden dise˜ nar apps focalizadas en una situación clínica. Un buen ejemplo de esto es la premiada app «Hipot CNV» desarrollada por un enfermero
Nuevas tecnologías, apps y su aplicación en la práctica clínica basada en evidencias pensando que alguien a quien cuidaba no le pudiera decir «me duele, quiero dormir o dame agua...»28 . Dicha app se ha desarrollado gracias al Gobierno de Canarias. Como vemos, la innovación a través del uso de las nuevas tecnologías y la implicación de profesionales y organización es recomendable para la mejora de la salud de los ciudadanos. En este caso, las apps constituyen un facilitador en el avance hacia unos cuidados «excelentes», así como hacia unos «excelentes» resultados en salud.
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