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La hipertensión intracraneal benigna es una complicación posible, aunque excepcional, del tratamiento a largo plazo con CL1–3 , por lo que debe interrogarse sobre el uso de este fármaco cuando se sospeche dicha entidad. Asimismo, algunos autores recomiendan realizar controles funduscópicos periódicos a los pacientes que estén recibiendo tratamiento con litio1 .

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A. Asorey-García ∗ , L. Perucho-González, E. Santos-Bueso y J. García-Feijoo Unidad de Neurooftalmología, Servicio de Oftalmología, Hospital Clínico San Carlos, Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico San Carlos (IdISSC), Madrid, ˜ Espana

bibliograf í a ∗ Autor

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para correspondencia.

Correo electrónico: [email protected] (A. Asorey-García). 0365-6691/$ – see front matter ˜ de Oftalmología. Publicado por Else© 2013 Sociedad Espanola vier España, S.L.U. Todos los derechos reservados. http://dx.doi.org/10.1016/j.oftal.2013.12.002

Inyecciones intravítreas: ¿y qué prefieren los pacientes? Análisis de satisfacción y preferencias sobre la ubicación de la realización de inyección intravítrea. Respuesta de los autores Intravitreal inyections: What do patients prefer? Analysis of patient’s satisfaction and preferences about where to perform intravitreal injection. Author’s reply Sr. Director: Ante todo agradecer al autor Sai Tin et al.1 su comentario sobre el artículo «Inyecciones intravítreas: ¿y qué prefieren los pacientes?». Quería puntualizar, como consta en el artículo, que la encuesta realizada no tenía como objetivo primario obtener datos de seguridad, si bien al evaluar los pacientes inyectados se analizaron los posibles efectos adversos. Es evidente la preocupación creciente sobre la seguridad de las inyecciones intravítreas debido principalmente al aumento del número realizado de forma global. Los estudios indican una incidencia de endoftalmitis de entre el 0,019 y el 1,6%2 según los autores. A pesar de estos datos, mejores que en otras cirugías oftalmológicas como la facoemulsificación, se van introduciendo mejoras en los protocolos para intentar evitarlas. La Academia Americana de Oftalmología (AAO) no especifica el lugar preferente de realización de las inyecciones intravítreas; la mayoría se realizan en la sala de exploración o en una sala preparada para inyección. En Europa los protocolos varían según el país. Por ejemplo, en Suiza se recomienda ˜ la guía de la Sociedad realizarlo en quirófano3 . En Espana, ˜ Espanola de Retina y Vítreo (SERV) no recomienda de forma

específica dónde realizar el procedimiento (consulta, sala de curas o quirófano) «siempre y cuando el lugar sea cómodo, tanto para el paciente como para el oftalmólogo y permita la realización de una técnica estéril»4 . Lo único que ha demostrado disminuir la incidencia de endoftalmitis es el uso de povidona iodada previo a la cirugía oftalmológica2,3 . Friedman et al.5 han demostrado que con 30 s de exposición se reducen las colonias de forma significativa. Se ha propuesto el uso de mascarilla6 en el personal sani˜ estéril sobre la nariz y boca del paciente para tario y pano evitar el contagio de secreciones orofaríngeas, pues se ha evidenciado que el Streptococco es frecuentemente causante de las endoftalmitis tras inyección intravítrea, a diferencia de las infecciones tras otros tipos de cirugía oftalmológica, y este germen parece provenir de la contaminación orofaríngea. También se ha analizado la utilización de antibióticos peroperatorios sin que hayan demostrado la reducción de la incidencia de infecciones. Incluso se ha descrito el aumento en la tasa de resistencia bacteriana por su uso3 . Por supuesto se deben respetar los protocolos de asepsia con lavado de manos quirúrgico, uso de material y guantes estériles y mantenimiento de la esterilidad en todo el proceso

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de preparación de la medicación2,3 . Asimismo se recomienda ˜ el uso de blefaróstato7 y aislamiento de pestanas. Se ha descrito en la literatura en varios artículos, la ausencia de endoftalmitis al realizar las inyecciones en una sala preparada8,9 . La realización en quirófano garantiza mejores condiciones ambientales derivados de la regulación estricta de la temperatura, grado de humedad, presurización, ventilación y filtración del aire3 . Sin embargo se necesitaría un estudio prospec˜ para evaluar si existe diferencia tivo aleatorizado disenado en cuanto al riesgo de endoftalmitis comparando las inyecciones realizadas en quirófano y en consulta. Por otro lado, la realización en consulta puede facilitar la logística, cada vez más compleja debido al gran volumen de procedimientos realizados, acortar el tiempo y mejorar la confortabilidad del paciente. Mientras no se tengan estudios que lo avalen, se deben respetar los protocolos previamente referidos para intentar minimizar el riesgo de endoftalmitis de los pacientes independientemente del lugar de realización.

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M. Rodríguez Ramírez

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Correo electrónico: [email protected] http://dx.doi.org/10.1016/j.oftal.2014.11.005 ˜ 0365-6691/© 2014 Sociedad Espanola de Oftalmología. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.

Simulación en oftalmología secundaria a desprendimiento de retina crónico Simulation in ophthalmology secondary to an chronic retinal detachment Sr. Director: La pérdida visual no orgánica (PVNO) es la presencia de sintomatología ocular, principalmente pérdida de visión, sin una base orgánica que la justifique. También denominada pérdida visual funcional o simulación en oftalmología, puede presentarse hasta en el 1% de las urgencias de oftalmología ˜ o en un 5% de los ninos que acuden a consulta ambulatoria de oftalmología. La sospecha de PVNO se establece ante una exploración oftalmológica básica normal y la presencia de sintomatología ocular incongruente con la exploración1,2 . ˜ El adulto simula de forma deliberada para enganar y obtener un beneficio económico o como resultado de una enfermedad psiquiátrica, recogida como tal tanto en la CIE 10 (F44 trastorno de conversión disociativo) como en la DSM IVR

˜ (trastornos facticios)1,2 . En los ninos, sin embargo, la etiopatogenia es diferente y el pronóstico suele ser más favorable, aunque un alto porcentaje (hasta un 20%) puede presentar psicopatología asociada1–4 . ˜ Paciente varón de 35 anos de edad, trabajador de la construcción, que acudió al Servicio de Urgencias por déficit de visión en ojo izquierdo (OI) secundario a traumatismo frontal sufrido en su lugar de trabajo con pérdida de conocimiento de varios segundos de duración hacía 2 h. No presentaba ningún antecedente personal ni familiar de interés ni ninguna alergia a fármacos conocida. En la exploración presentaba una agudeza visual de 1,0 en el ojo derecho (OD) y amaurosis OI, con polo anterior normal en OD y corectopia y cristalino luxado a cámara vítrea en OI sin Tyndall ni hipema. La presión intraocular era de 15 mm Hg en OD y 2 en OI. El fondo de ojo era normal

Intravitreal inyections: What do patients prefer? Analysis of patient's satisfaction and preferences about where to perform intravitreal injection. Author's reply.

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