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Rev Clin Esp. 2014;xxx(xx):xxx---xxx

Revista Clínica Española www.elsevier.es/rce

ARTÍCULO ESPECIAL

Fraude y plagio en la carrera y en la profesión J.L. Agud Servicio de Medicina Interna, Hospital Severo Ochoa, Facultad de Medicina, Universidad Alfonso X, Madrid, Espa˜ na Recibido el 9 de febrero de 2014; aceptado el 16 de marzo de 2014

PALABRAS CLAVE Enga˜ no; Estudiante de medicina; Plagio; Falta de ética profesional; Fraude académico; Fraude científico

Resumen Entre el 0 y el 94% de los estudiantes reconocen haber cometido fraude durante su carrera. Sus formas son diversas: enga˜ nos en los exámenes, suplantación en exámenes y trabajos, plagios, citas falsas o inventadas, presentación de resultados ficticios en experimentos, historias clínicas o exploraciones físicas, conducta desleal hacia los compa˜ neros y muchos otros. Entre las consecuencias del fraude en los estudios se encuentran el aprendizaje de la corrupción, los esfuerzos baldíos de alumnos y profesores, la evaluación incorrecta y la selección injusta para puestos de trabajo. Dado que las trampas en la universidad pueden ser el preludio de la corrupción de los futuros médicos o investigadores, revisamos la prevalencia, factores de riesgo, motivaciones, formas clínicas, detección y prevención de la enfermedad del fraude académico. © 2014 Elsevier Espa˜ na, S.L. Todos los derechos reservados.

KEYWORDS

Fraud and plagiarisim in school and career

Cheating; Medical student; Plagiarism; Professional misconduct; Academic fraud; Scientific fraud

Abstract Between 0% and 94% of university students acknowledge having committed academic fraud. Its forms are varied: cheating on examinations, submitting someone else’s work, plagiarism, false citations, false reporting on experiments, tests or findings in the medical history and physical examination, unfair behavior toward fellow students, and many others. The consequences of academic fraud include learning corruption, useless efforts by students and faculty, incorrect performance evaluations and unfair selection for jobs. Since this can be a prelude to future fraud as doctors or researches, the prevalence, risk factors, motivations, clinical appearances, detection and prevention of the disease of academic fraud are here reviewed. © 2014 Elsevier Espa˜ na, S.L. All rights reserved.

Correo electrónico: [email protected] http://dx.doi.org/10.1016/j.rce.2014.03.007 0014-2565/© 2014 Elsevier Espa˜ na, S.L. Todos los derechos reservados.

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J.L. Agud Desde dentro de la cultura estudiantil, podría muy bien decirse que, de la misma manera que la obligación de todo preso es intentar escapar, la de todo alumno es intentar copiar Juan Manuel Moreno en «El fraude en la educación»

A raíz de un incidente en el que la mitad de los trabajos entregados por grupos de estudiantes estaban plagiados con las fuentes de información ocultas, el autor ha revisado la prevalencia del fraude académico, sus motivaciones, las formas en que se presenta, con especial énfasis en el plagio. Se analizan las repercusiones que el fraude tiene sobre la formación del propio estudiante y la sociedad. Se revisan someramente el fraude en el ejercicio profesional y en la investigación y sus consecuencias, además de ofrecer algunos métodos para prevenir, detectar y atajar esta enfermedad.

El propósito de los trabajos En la definición de las competencias del estudiante universitario de 2007 se exige: «Que los estudiantes tengan la capacidad de reunir e interpretar datos relevantes [...] para emitir juicios que incluyan una reflexión [...] puedan transmitir información, ideas, problemas y soluciones [...] hayan desarrollado aquellas habilidades de aprendizaje necesarias para emprender estudios posteriores con un alto grado de autonomía»1 . Con los trabajos en grupo los alumnos aprenderían a distribuirse el trabajo, a desarrollar habilidades de búsqueda de información, de síntesis y de presentación de sus hallazgos, todo ello de forma activa, y no como meros receptores. Como vamos a ver, la realidad es muy distinta.

Frecuencia del enga˜ no El enga˜ no forma parte de la biología. Serpientes inofensivas remedan a las venenosas para que los predadores las dejen en paz. Bacterias «tramposas» sensibles a antimicrobianos que se aprovechan del trabajo de sus compa˜ neras productoras de betalactamasas para sobrevivir2 . El fraude es consustancial al ser humano y probablemente inevitable. El 39% de los espa˜ noles considera la corrupción y el fraude el segundo problema más grave de nuestro país3 . La tolerancia al fraude nos preocupa, pero en nuestra cultura, a diferencia de otras, soportamos estoicamente corruptos y defraudadores. Por ejemplo los chinos encerraban a sus estudiosos y opositores en celdas individuales para evitar que copiaran y, cuando lo hacían, se castigaba con la pena de muerte tanto a los examinadores como a los examinados. Sin embargo, hay datos de que a pesar de ello seguían enga˜ nando4 .

El enga˜ no entre los estudiantes A raíz de un incidente grave en una facultad de medicina americana se realizó una encuesta entre alumnos y profesores para determinar qué conductas se consideraban fraudulentas y su frecuencia4 . Copiar en los exámenes era la más frecuente (en torno al 20% de los alumnos y el 18%

de los profesores tenían conocimiento de ello), pero había también otras más o menos pintorescas: usar chuletas (19 y 17%); inventarse resultados de pruebas en los pases de visita (18 y 33%); inventarse apartados de la exploración física no realizados, suplantar a compa˜ neros en los exámenes; retirar libros de la biblioteca para que no los tengan compa˜ neros (4 y 8%) o plagiar trabajos de a˜ nos anteriores (hasta el 6% de los profesores lo detectaban). Este estudio, como otros, es limitado por depender de una sinceridad imposible de contrastar y por el carácter voluntario de la respuesta a las encuestas. «Los estudiantes, futuros investigadores, copian artículos completos de la Wikipedia, sin temor al software contra el plagio, porque saben que no se aplica de manera sistemática» (la cursivas son mías)5 . Más tarde, ya en las publicaciones de investigación, un rasgo común de quienes envían publicaciones duplicadas es que se trata de jóvenes investigadores con nombramientos recientes. Probablemente la presión por obtener resultados induce a la trampa5 . En una reciente encuesta realizada al ingreso en la universidad de Harvard ----acaso la más prestigiosa del mundo6 ----, a la que respondieron 1.300 alumnos (81,2% de los interrogados), el 42% admitía haber hecho trampas, uno de cada 10 haber cometido fraude en un examen y el 17% en una tarea para casa. La encuesta que se pasó a una promoción 4 a˜ nos mayor indicaba que el 7% había enga˜ nado en un examen y el 7% en un trabajo para realizar en casa7 . En una revisión reciente del problema del fraude en la carrera8 se recoge que en una encuesta a casi 4.000 estudiantes en 31 universidades distintas el 62% admitía haber cometido fraude. Otro dato interesante y preocupante a la vez es que entre el 13 y el 24% de los estudiantes admitía haber enga˜ nado en actividades relacionadas con el cuidado de los enfermos. En Colombia el 94,4% de los estudiantes admitía fraude durante su vida académica9 . En Espa˜ na, en una encuesta anónima en la que se definía como fraude académico cualquier comportamiento no lícito de un estudiante universitario, en torno a exámenes o a trabajos escritos realizados como requisito para superar una asignatura, de 250 estudiantes 149 (59,6%) admitieron haber enga˜ nado alguna vez en un examen en la Universidad y 79 (31,6%) en un trabajo escrito10 .

La diversidad del fraude Guillermo Roquet hace una taxonomía bastante certera del fraude, con sus definiciones: invención del contenido; falsificación; autoría ficticia; autoplagio o duplicación; autoría por pago; citación incorrecta; citación omitida; plagio deliberado; plagio involuntario; plagio collage (la copia de fragmentos de un sitio y de otro para presentarlos unificados como de cosecha propia); parafraseo inadecuado; plagio por adjudicación (entregar el trabajo de otro); falsa citación; plagio por coincidencia; citas inventadas; copia de una traducción, y el que más nos afecta como profesores: copiar y pegar11 . Moreno, profesor de la UNED12 , distingue formas épicas de fraude en las cuales los alumnos ricos en conocimientos los ponen a disposición de los pobres, como Robin Hood.

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Fraude y plagio en la carrera y en la profesión Estas entra˜ nan cierto riesgo para el «donante» y suscitan admiración por su supuesto carácter altruista. Las formas trágicas se consideran menos perdonables. En ellas incluye desde el plagio ----rara vez sancionado---- hasta el cambio de calificaciones basado en el tráfico de influencias, que puede llevar hasta la prisión. Llama formas líricas a aquellas en las que el alumno reconoce y explota las debilidades del profesor, para aprobar la asignatura con el mínimo esfuerzo. En último lugar estarían las formas industriales, en las que agencias, compa˜ nías, páginas Web y universidades fantasma ofrecen infinidad de maneras de engordar el currículo a quien esté dispuesto a pagar por ello12 . Federico Ignacio Talens-Alesson describe el funcionamiento de una agencia (www.AcademicKnowledge.co.uk) que ofrece trabajos ya hechos por escritores. Presume de contar con 3.700 investigadores, hay tarifas distintas según la calificación del trabajo y la extensión y la premura del plazo. El autor apunta, a mi juicio con razón, que las supuestas bondades de la evaluación continua instauradas por Bolonia, a imitación del mundo anglosajón, no tienen en cuenta esta realidad13 .

Factores de riesgo y motivaciones del fraude Ordó˜ nez, en Colombia, interrogó sobre motivaciones académicas, personales e interpersonales obteniendo las siguientes respuestas9 . Académicas: se piden demasiados trabajos (42%); necesidad de obtener buenas notas, sin relación con la calidad del aprendizaje (26%); solo se pide memoria, o la evaluación carece de sentido (12%), desinterés por algunas materias obligatorias (20%) y una actitud pasiva del profesor hacia el fraude (28%). Entre las motivaciones personales se mencionan la vagancia, pereza o irresponsabilidad (44%) y la inseguridad respecto a los conocimientos o el método de estudio (37%). El 18% considera que revelar un fraude no es problema suyo. En cuanto a los aspectos interpersonales el 60% de los estudiantes consideran que la solidaridad, la reciprocidad y el compa˜ nerismo son los que promueven el fraude. En otros trabajos se mencionan como factores de riesgo de fraude el tener malas notas; una personalidad menos autosuficiente, más neurótica, extrovertida y excesivamente ambiciosa; el haberlo hecho antes; la presión de grupo; el burnout y el llamado «curriculum oculto» (aquellas actividades que forman parte de la ense˜ nanza como prácticas, etc., en las que hay una presión para que el estudiante aparente que sabe lo que ignora y se invente datos)8 . Esta idea del currículum oculto la describe así Moreno: «Y tal vez no se hace nada o se hace más bien poco porque el fraude entra dentro de la lógica del sistema, y en buena medida se trata de un aprendizaje más que los alumnos deben realizar, ya sea como protagonistas o como espectadores, pues les será enormemente útil para su vida posterior; aprender el fraude y la corrupción es, por vía negativa, el contenido número uno del currículo oculto de la educación cívica que proporciona a nuestros alumnos el sistema educativo8 .» También menciona el valor que se atribuiría al fraude como mecanismo de defensa contra la arbitrariedad percibida en la evaluación educativa. En la cultura estudiantil todo examen sería injusto por definición. La necesidad de coleccionar títulos en la meritocracia vigente también es un potente

3 estímulo para el fraude. Este autor ve una estrecha relación entre el fraude, la devaluación de la percepción social de los instrumentos de evaluación educativa y la devaluación del conocimiento pedagógico especializado.

Consecuencias del fraude en la ense˜ nanza y la investigación Aprendizaje de corrupción: «La escuela es el primer campo de prácticas del fraude y la corrupción; y donde se aprende a legitimar tales conductas»12 . Esta es a mi juicio la consecuencia más indeseable de la realización y el consentimiento de las trampas en los estudiantes. Cuando sean médicos acaso redactarán informes en los que se omiten complicaciones importantes, partes de quirófano donde no aparece la palabra «pus» aunque lo haya, o comentarios anónimos en la historia «para que no salga mi nombre en este caso conflictivo». Esfuerzos baldíos: copiar literalmente no le sirve para nada al alumno. Quizá podría emplear su tiempo mejor en estudiar. Al profesor, la lectura, la detección del fraude y el tiempo empleado en discutirlo con el alumno también le acarrea un perjuicio. Evaluación incorrecta: lo que se persigue con la evaluación continua es conocer mejor al alumno. Con el fraude en los trabajos quizá conozcamos mejor su situación económica ----si paga por los trabajos----, o su inventiva para buscar fuentes remotas y ocultarlas, pero difícilmente su comprensión de un tema. En los trabajos en grupo, además, la detección de una conducta fraudulenta puede manchar el expediente de todo el grupo. Injusticia en la futura selección de personal: dado que el expediente académico cuenta en la valoración final de las pruebas selectivas MIR, la diferente tolerancia al fraude de las facultades de medicina introduce una desigualdad. En la investigación las consecuencias del fraude son inmensas14---17 . Aparte de los casos sonados de falsificación de resultados de la clonación de células embrionarias humanas18 o la falsa relación entre la vacuna triple vírica y el autismo19 , hay otros muchos muertos en el armario del fraude en la investigación. Se relega a los verdaderos autores de los descubrimientos al olvido o a la pobreza. Se consume espacio valioso en las publicaciones para dar cabida a plagios, quizás rechazando investigación original mucho más interesante. En un estudio piloto de un sistema para detectar plagios 3 revistas importantes se vieron obligadas a rechazar el 6, 10 y 23% de los trabajos aceptados para publicación20 . Los lectores faltos de tiempo lo gastan en leer copias, y se invierten recursos en reproducir resultados que acaso fueron inventados. La alarma social, las falsas expectativas que se levantan entre los enfermos y el bloqueo al progreso científico son otras consecuencias indeseadas. El fraude en el ejercicio de la profesión abarca todos los aspectos: desde la falsificación de títulos, invención de diagnósticos, realización de procedimientos injustificados (un solo cardiólogo americano pasó 12 a˜ nos y medio en una prisión federal por realizar 750 cateterismos innecesarios21 ), y formas prácticamente ilimitadas de engordar la facturación. Excede el propósito de este capítulo la enumeración

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J.L. Agud Tabla 1

Reglas para evitar el plagio

Tabla 2

Consecuencias del plagio

1.

No copies

1.

El plagio es robo

2. 3. 4.

Usa tus propias palabras Ante la duda, cita No recicles figuras, tablas o texto de una de tus publicaciones anteriores sin citarla Pide permiso

2.

Lesiona los intereses de quien escribió el original, negándole el crédito que merece Limita el aprendizaje Puede provocar el suspenso o la expulsión Puede limitar las posibilidades profesionales futuras o acarrear la pérdida de la titulación

5.

Modificada de Ober et al.25 .

3. 4. 5.

Abreviada de Fisher y Zigmond29 .

de sus múltiples aspectos, pero existen libros22,23 y organizaciones como la National Health Care Anti-Fraud Association (NHCAA)21 que los desenmascaran.

Propuestas de solución Aunque el «reciclado» de material propio tiene sus defensores, en el sentido de que acaso sea bueno difundir ideas siempre que sean científicamente válidas, actuales y no copiadas de otro autor sin atribución24 , se considera que la duplicación es perjudicial y debe combatirse. En la investigación hay una extensa bibliografía sobre cómo enfrentarse al fraude, que va desde el empleo de aplicaciones que detectan concordancias en el texto, a la que se van sumando revistas importantes20 , hasta propuestas tan curiosas como hacer listas negras y una especie de carnet por puntos para los investigadores14 . Ober da 5 reglas sencillas que se resumen en la tabla 125 . Kusnoor y Falik formulan las siguientes propuestas contra el fraude8 : Definir qué es la conducta inapropiada. Cuidar el bienestar de los estudiantes para evitar el burnout (Anderson pide además integrar a los estudiantes en el tejido social de la institución)4 . Imponer códigos de honor, pero definiendo las consecuencias que tendrá el violarlos, por ejemplo, la expulsión o sanciones definidas. Una estudiante inglesa que copió en su examen final y que finalmente fue exonerada, desencadenó un agrio debate en el British Medical Journal, que se hizo eco de las consecuencias negativas para la profesión que tiene tal permisividad26 . Establecer una cultura de la integridad con liderazgo, planificación e incorporación de los cambios. Anderson propugna que profesores y alumnos participen en discusiones respecto a los valores éticos de la profesión4 . Denunciar los casos y estandarizar la respuesta a ellos. Hacer más hincapié en el aprendizaje y menos en la evaluación4 .

El plagio en los trabajos asignados a los estudiantes En la tabla 2 se proponen puntos a tratar con los estudiantes en la lucha contra el plagio. Humberto Macías Navarro analiza el fraude en una página Web y recomienda lo siguiente27 :

las que se puede humanamente revisar, no es de sorprender que rellene con avemarías la prosa de un ensayo»); conocer a los alumnos; conocer las fuentes de información; manejar la tecnología de la información («la tecnofobia no es una opción para los profesores»); personalizar el contenido de los trabajos; hacer la investigación antes que ellos; dar instrucciones muy claras y específicas respeto a la estructura del trabajo; pedir síntesis de comprensión más que información extensa; programar los trabajos con tiempo suficiente; requerir firmemente honestidad y transparencia; prever los casos de fraude y las consecuencias.

Detección Revisar todo el material con diálogo y preguntando por detalles del trabajo («es difícil que una madre no conozca los detalles pormenores del bebé»); revisar las fuentes declaradas; valorar la continuidad y la estructura requeridas. Entre los signos de alarma menciona incongruencias; citas y referencias que no aparecen, cambios en el estilo de redacción; información y comentarios que no vienen al caso y desproporción entre el tiempo de preparación y la extensión del trabajo. Defiende hablar con el alumno, buscar trabajos similares en Internet (nuestro mexicano ya menciona el legendario «rincón del vago») y evaluar otros aspectos aparte del trabajo presentado. Roquet insiste en que los alumnos tienen que aprender a dar crédito a los autores, y a citar correctamente. Para evitar el «copiar y pegar» propone que se pida contestar determinadas preguntas, elaborar cuadros sinópticos, dar su punto de vista personal u otras estrategias que obliguen a un trabajo personal11 . En la experiencia reciente con estudiantes que ha propiciado este artículo, he insistido más en lo anómalo de ocultar la fuente, más que en el hecho de copiar la información.

Tecnología de detección Como a Job, «Lo que la Web te dio, la Web te lo ha de quitar»28 . El método de detección más sencillo es introducir entrecomillada en Google una frase o fragmento de la misma que suena rara en la escritura de un alumno.

Páginas Web detectoras de plagios Prevención Revisar todo el material presentado (pero, como dice con sorna, tener en cuenta que «Si se encargan más tareas de

Existen muchas, pero muchas no son gratuitas. Algunas miden porcentaje de similitud entre documentos (por ejemplo, Collusion, de Nimisis http://es.nimisis.com/software/

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Fraude y plagio en la carrera y en la profesión collusion.php), otras detectan si un artículo ha sido copiado (Copyscape http://www.copyscape.com). Hay páginas Web que ofrecen soluciones al problema de la copia (www.plagiarism.com) y bases de datos que almacenan información sobre plagios (plagiarism.org). De todas maneras esta tecnología se puede emplear también para el enga˜ no. Anderson describe cómo autores «copiones» pasan su texto por un detector de plagios y van introduciendo cambios hasta que el sistema deja de indicar coincidencia14 . Probablemente, las universidades deberían hacer un esfuerzo para adquirir y ense˜ nar el manejo de estas aplicaciones a los profesores. No creo que la solución radique en pedir a los alumnos, en plena era de la historia clínica electrónica, que entreguen los trabajos manuscritos. En cuanto a la evaluación, dado que el expediente académico es trascendental, los trabajos en grupo deben tener firmadas las diferentes partes, que se deberían calificar por separado y también en conjunto, para mitigar el da˜ no de los desvergonzados al expediente de todos.

Conclusión El fraude es un fenómeno ubicuo en la vida. Es ense˜ nado y aprendido. Lo hemos diseccionado en un ámbito muy concreto, el aprendizaje de la medicina, con la esperanza de poder contribuir a que los futuros médicos tengan estándares de conducta algo mejores.

Conflicto de intereses El autor declara que no tiene ningún conflicto de intereses.

Agradecimientos El autor agradece a C. de Dios Perrino y a J.M. Agud la revisión del manuscrito y sus valiosas sugerencias.

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Fraud and plagiarisim in school and career.

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